FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN HUMANAS Y TECNOLOGÍAS
ESCUELA DE PSICOLOGÍA EDUCATIVA

PERTURBACIONES DEL SUEÑO.



Molla Nasreddin tenía una barba larga, la llevaba con mucho orgullo, con alteza la exhibía todo los
Cierto día , un amigo le preguntó: "Molla, ¿Cómo es; cuando duermes: colocas tu barba encima d e la frazada o debajo?"
"Qué pregunta tonta", decía Molla, "nunca he pensado acerca de eso.Sin embargo, mañana te contestaré la pregunta".
A la mañana siguiente el amigo de Nasreddin esperó con paciencia la contestación. "Desaparece!", le dijo el barbudo con enojo. "Desde hace 40 años duermo tranquilo y sin preocupaciones, como un niño pequeño. ¡Pero hoy no pude pegar los ojos, porque continuamente tuve que reflexionarbarba encia o debajo de la frazada!"
Molla Nasreddin del relato, pudo dormir durante 40 años tranquilamente y sin preocupaciones como un pequeño niño. Traduzcamos la paráfrasis "como un pequeño niño" a la esencia biológica. Un niño pequeño no piensa acerca de sí, o cómo y cuándo dormirá, sino se entrega totalmente despreocupado y sin reflexionar a su cansancio, que lo deja entrar en el sueño suave e imperceptiblemente. El organismo dirige y cuida la alternancia entre la conciencia diurna y los, más o menos inconscientes, paisajes de sueños de la noche, en forma independiente y enteramente automática. Además, lo realiza mejor en cuanto no se perturba.
Es posible perturbar este automatismo. Perturbarlo por medio de una concientización en el lugar equivocado, que el lenguaje técnico se denomina "hiperreflexión". Esto significa que se reflexiona demasidao acerca de algo, que debiera acontecer más bien en forma suave y desapercibida, como por ejemplo, el sueño. Aquí es muy ilustrativa la fábula del ciempiés, que podía caminar perfectamente bien, mientras no se interesó por cuál patrón movía patitas para adelante y para atrás mientras caminaba. No pudo moverse más del lugar, en cuanto comenzó a estudiar los movimientos de sus patitas. Molla Nasreddin cayó víctima de este "efecto ciempiés", cuando comenzó a hiperreflexionar la posición de su barba durante la noche.
En especial, la noche es un tiempo para soltar y confiarse, tal como lo expresa tan dulcemente el texto de una antigua canción de cuna:"...mañana , si Dios quiere, serás despertado nuevamente..." El que no puede o no quiere esto, y utiliza la noche para "rumiar" sus preocupaciones, o quiere apurar con impaciencia el proceso de dormirse, quizás adornado con un sinfín de preocupaciones acerca de todas las equivocaciones que hará al día siguiente, después de una noche sin dormir, aquella persona se roba a sí misma el sueño, porque interfiere en el área de su organismo, que por su naturaleza no debe estar bajo su control consciente, si no bajo la sabiduría inconsciente de los ritmos de todo lo viviente.
SÍNTESIS DEL RELATO: La confianza en la "sabiduría del organismo" y el poder soltar, iluminan la existencia humana, porque garantizan una despreocupación que contrarresta estas perturbaciones del sueño.


Tomado del libro del Elisabeth Lukas:
"Psicoterapia en dignidad".
colección Noésis, Editorial San Pablo, 1995

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